Existe la posibilidad de denunciar un delito de amenazas en las redes sociales. Internet ha facilitado la comisión de determinados delitos online, y los más típicos son las estafas, el acoso o las amenazas.
Muchas personas, amparadas por el anonimato de la red, actúan en Internet de un modo en que no lo harían en la vida real. Sin embargo, es posible localizar a los delincuentes informáticos, y se les puede perseguir del mismo modo que se haría en el mundo real.
¿SON IMPUNES LAS AMENAZAS EN LAS REDES SOCIALES?
Evidentemente, una amenaza no es impune se propicie donde se propicie. El Código Penal tipifica este tipo de delitos en sus artículos 169 y siguientes. Así, se considera que comete un delito de amenazas quien:
“Amenace a otro con causarle a él, a su familia o a otras personas con las que esté íntimamente vinculado un mal que constituya delitos de homicidio, lesiones, aborto, contra la libertad, torturas y contra la integridad moral, la libertad sexual, la intimidad, el honor, el patrimonio y el orden socioeconómico”.
Para estas situaciones el Código Penal establece una pena de prisión que, dependiendo de las condiciones concurrentes, puede oscilar entre seis meses y cinco años (o más).
Pero el hecho de que el mal con que se amenace no constituya delito no deja indemne la acción. De hecho, en estos casos se pueden imponer penas de prisión de tres meses a un año o multas de seis a veinticuatro meses.
LA GRADUACIÓN DE LAS SANCIONES POR AMENAZAS
El castigo a una conducta constitutiva de amenazas dependerá de la forma en que se cometa. Por ejemplo, son circunstancias agravantes las amenazas que sirven para coaccionar o chantajear a otra persona o empresa.
También lo son las amenazas emitidas en el ámbito familiar, y esto resulta de interés para nuestro caso. Así, se consideran agravadas las amenazas a través de redes sociales cuya víctima sea:
Una mujer que sea o haya sido cónyuge o análoga, aun sin convivencia.
Cualquier persona especialmente vulnerable que conviva con el autor.
Por último, presentan un castigo agravado las amenazas colectivas y la reclamación pública de la comisión de acciones violentas. Estas modalidades se conocen como delitos de odio o de enaltecimiento al terrorismo, y han dejado varias muestras de judicialización ante nuestra Audiencia Nacional.
CÓMO ACTUAR FRENTE A LAS AMENAZAS EN REDES SOCIALES
Las amenazas en redes sociales son particularmente peligrosas. Por un lado, suelen ser más graves que las emitidas en persona, dado el supuesto anonimato que la red brinda a su usuario.
Además, su divulgación es más rápida que las amenazas vertidas en persona. Esto hace más difícil paliar sus efectos.
Por último, localizar al delincuente no siempre es tarea sencilla, por lo que puede requerirse la colaboración de la red social o la contratación de un detective informático.
En cualquier caso, estas complicaciones no deberían ser un obstáculo para denunciar las amenazas a través de redes sociales, sino todo lo contrario.
La persona perjudicada debería documentar las amenazas de las que ha sido víctima y acudir a la policía o a un abogado penalista. Gracias a la ley y conservación de Datos Relativos a las Comunicaciones Electrónicas y a las Redes Públicas de Comunicaciones las autoridades podrán identificar al delincuente y perseguirlo por la vía penal.
Una de las recomendaciones en este sentido es actuar lo más rápidamente posible. El transcurso del tiempo puede complicar la persecución del delito. Esto ocurre, por ejemplo, si el delincuente elimina las amenazas, lo cual no tiene por qué retirarlas de Internet.
Buscar a un abogado penalista especializado en delitos informáticos y tras la presentación de la correspondiente querella se identificará y condenará al infractor. Además, el juez podrá solicitar la retirada de los contenidos amenazantes de la red social.
LA COLABORACIÓN DE LAS REDES SOCIALES Y LAS AUTORIDADES DE PROTECCIÓN DE DATOS
Las redes sociales están cada vez más concienciadas al respecto de este tipo de delitos. Por tanto, será importante que trates de recabar su colaboración. Un letrado especializado en delitos informáticos puede ayudarte en esta tarea.
En determinadas situaciones también puede ser recomendable solicitar la asistencia de una Autoridad de Protección de Datos, como la AEPD. Estas entidades pueden ayudarte a que ciertos datos desaparezcan de la red.
UNOS CONSEJOS FINALES
Denunciar es fundamental que denuncies siempre que sufras o detectes delitos de amenazas, odio, sexting, injurias, calumnias, coacciones, ciberbullying…
No perder la calma, ya que el objetivo del delincuente suele ser intimidarte, de modo que si caes en su juego podrías cometer errores y dificultar la persecución del delito.
Es importante documentar el delito, sacando capturas de pantalla, imprime los comentarios, guarda links… los necesitarás cuando se inicien las investigaciones correspondientes. Trata de que la fecha y hora de la publicación sea visible.
Por último, puedes denunciar en redes sociales, pero asegúrate de contar con el material para presentar tu denuncia. Si la cuenta desaparece no podrás perseguir el delito, así que es mejor que esperes a que tu abogado o la policía te den el visto bueno.